Chapter 783 Capítulo 1958 Begoña siempre había sabido que la relación de Maira con su madre no era buena. Incluso en la universidad, Begoña había intervenido en su defensa varias veces, aunque sin mucho éxito. “No te preocupes, ya me mudé de la casa. La verdad es que me da un poco de vergüenza decirlo, pero te busqué hoy porque… quería pedirte un favor.” Maira realmente se sentía incómoda. Normalmente no se acordaba de llamar a nadie y solo buscaba a Begoña cuando necesitaba algo. Incluso a ella le parecía vergonzoso, pero no tenía otra opción, su vida con los Jurado nunca le había dado mucha libertad… Begoña, con un gesto amistoso, tomó su mano y ambas caminaron hacia el restaurante. “¡Qué tontería! Dime, ¿en qué puedo ayudarte? Si está en mi mano, no dudes de que lo haré.” Se sentaron y Maira le pasó el menú a Begoña: “Mira, ¿qué te gustaría comer? Hoy invito yo.” Begoña no se hizo de rogar y eligió algunos platillos que se le antojaban. “Mairita, todavía no me has dicho, ¿qué es eso en lo que necesitas ayuda?” Maira mordió su labio con nerviosismo antes de hablar: “Es que… bueno, estaba pensando si conoces de algún trabajo. Necesito dinero y estoy buscando algo con urgencia…” “¡Ah, trabajo!” Begoña frunció el ceño, pensativa, y luego una idea cruzó por su mente. “¡Puedo ayudarte! Justo la empresa que colabora con nosotros está contratando. Con tu educación, seguro que consigues algo. ¿Qué te parece?” Los ojos de Maira se iluminaron: “¿De verdad crees que pueda?” “¡Claro que sí! Confía en ti, Maira. Eres excelente.” Begoña sacó su móvil y le envió la oferta de trabajo. “Aquí tienes. Envía tu CV y yo hablaré con ellos. Si les gustas, seguro te llaman.” Maira revisó la oferta y cumplía con todos los requisitos. No pedían experiencia previa, por lo que tenía muchas esperanzas. “Begoña, eres un ángel. Cuando consiga el trabajo, te invitaré a una cena increíble, de las caras.” “¡Eso espero! Pero ya verás, te van a contratar y vas a brillar. Cuando te hagas rica, solo recuerda quién te ayudó.” “¡Cómo olvidarlo!” Maira sonrió. Tras reír y disfrutar del almuerzo, caminaron juntas hacia la estación del metro para despedirse y seguir cada quien hacia su destino. Al llegar a casa, Maira encendió la computadora y envió su CV al contacto que Begoña le había proporcionado. Sᴇaʀch Thᴇ Findηøvel.ɴet website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest quality. A pesar de haber enviado su solicitud, Maira estaba ansiosa. Aunque cumpliera con los requisitos, su CV no era particularmente impresionante y seguramente no sería la única candidata. La posibilidad de no obtener siquiera una entrevista la inquietaba. Esperaba con todo su corazón conseguir esa oportunidad de trabajo. Era su oportunidad para empezar a pagar la deuda de 300 mil dólares y ahorrar algo de dinero que le diera seguridad tras dejar la familia Ibarra. La respuesta no llegó esa noche y Maira se fue a dormir con la incertidumbre acosándola. Esa noche, Leonardo tampoco volvió a casa. Maira apenas murmuró algo al respecto, sin darle mayor importancia. Si él no quería volver, era su problema, y eventualmente tendría que explicarse ante los abuelos. Al día siguiente, sin mucha esperanza, Maira abrió su computadora y para su sorpresa, ¡había recibido una respuesta de la empresa!