Chapter 758 Capítulo 1933 Maira soltó una risita amarga y asintió: “Cuando llegué aquí, me dijeron que había un atasco tremendo y que entrara sola. Pensé que, por mucho favoritismo que tuviese mi mamá, no me haría algo así. ¡Qué ilusa fui! Nunca tuvieron la intención de venir, desde el inicio planeaban dejarme plantada para encontrarme con ese tal Sr. Walter.” Después de escuchar la historia completa, Leonardo entrecerró los ojos, sintiendo una pena repentina por la mujer que tenia delante. ¡Había sido traicionada por sus propios padres, usada como moneda de cambio para los negocios de su hermana y entregada a un viejo! ¿Qué clase de padres harían algo así? ¿Y si lo que pasó esa noche entre ellos también fue parte de un plan urdido por su familia? ¡A los ojos de sus padres, Maira no era más que un objeto para ser intercambiado! “Si lo necesitas, puedo acompañarte a visitar a la familia Jurado, dijo Leonardo tras un largo silencio. “El prestigio de la familia Ibarra es suficiente para darles una advertencia.” Maira levantó la vista, sorprendida por la oferta de Leonardo. Ella solo queria aclarar un malentendido, no estaba buscando lastima y nunca esperó que alguien quisiera defenderla. Menos aún que esa persona fuera Leonardo. Después de todo, aparte de esa noche, apenas se conocian, ni siquiera podian considerarse amigos. Que Leonardo se ofreciera a ayudarla en ese momento era conmovedor para Maira, pero aun así no podia aceptar. Claro, que Leonardo fuese a amenazar a la familia Jurado los asustaria y evitaria que la forzaran a acostarse con otros hombres. Pero Maira conocía muy bien el carácter de su familia. Si descubrían su relación con la familia Ibarra, no dejarian pasar la oportunidad de aferrarse a esa riqueza. Harian lo que fuera para sangrar a la familia Ibarra y usar su influencia para beneficiar a su hermana. Y ella no era la verdadera Sra. Ibarra, solo era un acuerdo. No tenia la capacidad, ni el deseo de hacerlo. La familia Ibarra la habia tratado bien, especialmente los abuelos. Maira no queria decepcionarlos ni tocar lo que no le pertenecia. Después de dudar un poco, finalmente negó con la cabeza: “No hace falta, Sr. Ibarra, agradezco su generosidad, pero es un asunto de mi familia. ¡Debo resolverlo yo misma!” Leonardo sin comprender, se sentia irritado por su rechazo, sabia que era la solución más sencilla, pero ella preferia complicarse la vida antes que aceptar su ayuda. Bien, que fuera ast Tenia razón al final era un asunto de la familia Jurado y él, un extraño, no deberia intervenir. “Como quieras.” Él contuvo su disgusto, tomó una camisa del armario y se metió en el baño a cambiarse, saliendo de la habitación sin mirar atrás. Maira no entendía qué le pasaba, pero intuía que había molestado al hombre de alguna manera. Sᴇaʀch Thᴇ Findηovel.ɴet website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest quality. Después de que Leonardo se fue, el personal del hotel le trajo su ropa rápidamente. Maira se vistió, lista para irse, pero de repente giró la cabeza hacia la cama grande. Si Leonardo la habia traido aquí, ¿quién le había quitado la ropa? ¿Había sido él también? Maira se sonrojó. Aunque no había pasado nada más, la idea de que Leonardo hubiera visto su cuerpo 1/2