Chapter 628 Capítulo 1802 En aquel momento de desesperación, Leticia se acercó a él, pidiéndole que cuidara a su hija por un tiempo, prometiendo volver en tres meses para recogerla Por supuesto, no pudo negarse al pedido de su adorado amor platónico, asi que accedió Pero tras tres meses, Leticia no volvió como prometió. Las tensiones en su casa aumentaban por la presencia de Esther y bajo la influencia de Eugenia, decidió enviarla niña al campo No pudo prever que, apenas una semana después de enviar a Esther lejos, Leticia reapareceria buscando a su hija. Frente a su amada Leticia, Juan no pudo admitir que había enviado a su hija al campo, temiendo dañar su imagen ante ella Así que, por el bien de su reputación, le dijo que su hija habia caído enferma y habia fallecido. Leticia se mostro desconsolada, pidio la urna de las cenizas de su hija y se marchó. La urna, en realidad contenia las cenizas del perro mascota de su hija, Irene. Habian pasado tantos años que Juan nunca imaginó que Leticia pudiera descubrir la verdad y volver a buscarlo para pedir cuentas. Al ver que el hombre no decía nada, Leticia se llenó de resentimiento. “Habla! ¿Por qué nos separaste a mi hija y a mi?” Juan no pudo dar una explicación razonable y se arrodilló junto a la cama de Leticia Lo siento, Leticia, lo siento, es mi culpa. Te pido disculpas, pero por favor, ten en cuenta que no maté a tu hija. ¿Podrias perdonarme? ¿Podrías pedirles a esos hombres de fuera que me dejen en paz, por favor?” Al verlo golpeandose la cabeza contra el suelo, ella no pudo hacer nada más que expresar su repulsión. ¿Cómo pudo confiar su hija Luna a un hombre asi? Mientras contenía su disgusto, Carmen, siempre franca, se acercó con las manos en la cintura y escupio a Juan. “Puaj! ¿Tienes la desfachatez de decir que no mataste a Esther? Hemos investigado y nunca cuidaste de ella. Sobrevivió gracias a su propia fortaleza y espiritu, ademas de un poco de suerte! Se encontró con una amable monja que la salvó de morir de hambre ¿Cómo puedes decir que la cuidaste? No tienes verguenza!” Aunque fue insultado por una niña, no mostró ningún enfado, pues ya habia oido de los hombres de fuera que tanto la niña como la mujer al lado de Leticia eran personas importantes con las que no se podia meter. Asi que escucho con docilidad, mientras se golpeaba la cabeza contra el suelo en señal de disculpa, rogando por misericordia. “Si1 Le falle a Esther Fue mi culpa. Me equivoqué, por favor, perdoname. Si no quieres escucharme, llama a Esther Me disculpare con ella en persona. Esther es una buena chica, seguro que me perdonará ” Ese día, Carmen habia visto la diversidad de la humanidad. “¿Cómo puede existir un hombre tan débil como tú? Comparado contigo, mi torpe padre parece un hombre increible Vete! No queremos verte más, nos repugnas.” Juan sintio que se habia salvado y se levanto rápidamente. “Está bien. Me voy, me voy ahora mismo!” Dicho eso, se dirigio rapidamente hacia la puerta Leticia siempre habia sido tranquila, pero al pensar en las dificultades que su hija había pasado todos esos años, su paciencia se agoto. Respiro hondo y dijo: “¡Carmen! Gracias por tu ayuda.” La niña era muy astuta, sin necesidad de que su Profesora le dijera nada, ella comprendio. “Profesora, puede estar tranquila, Voy a defender a Esther!” Al terminar, salió rápidamente siguiendo a Juan. Juan pensó que estaba a salvo una vez que salió de la sala de enfermos, pero fue detenido de nuevo por los hombres de negro que vigilaban la puerta! S~ᴇaʀᴄh the FindNøvᴇl.nᴇt website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest quality. Sin la orden de la señora o su hija, no podian dejar que ese hombre se fuera!